El parque natural del marjal de Pego-Oliva goza de protección autonómica desde 1994 por sus recursos naturales, agua y diversidad animal y vegetal. Es tal la calidad de sus aguas que se considera que tiene una de las comunidades vegetales subacuáticas mejor conservadas de la península ibérica. El agua, dulce o salobre emana de los numerosos manantiales. El cultivo del arroz trajo consigo un nuevo hábitat para las especies pero no a cualquier precio. El manejo de los
niveles de agua y el uso de productos químicos algunos lanzados desde helicóptero, así como el aumento de casas cercanas a los ríos que nutren este espacio, parece que están cambiando la calidad de las aguas hasta tal punto que, la comunidad vegetal de macrófitos ha desaparecido de ciertos enclaves, observación basada en la entrada a dichas lagunas para la realización de actividades educativas y de seguimiento de fauna año tras año.
Esta desaparición de macrófitos va paralela a la disminución de focha común que se reproduce y se alimenta de dichos vegetales, así como de una especie de ave vulnerable, el fumarel cariblanco que usaba los macrófitos emergidos para hacer el nido flotante (ver foto abajo). Es más, durante el 2019 prácticamente todos los bivalvos extraídos estaban muertos. Ante tal observación muy preocupante en un entorno natural protegido, la necesidad de investigar posibles causas es de vital importancia si queremos revertir el problema lo más pronto posible. Para ello se tomarán muestras de agua tanto en los lugares en donde los macrófitos han desaparecido como en la zona colindante a los arrozales, agua de los cuales entra a la zona de reserva . Una de las consecuencias de nuestro estudio en el caso de salir positivo la existencia de plaguicidas en la zona de reserva sería, muy posiblemente, un cambio en la circulación de las aguas que evitara su entrada.
